El valor del detalle: pequeños gestos que marcan la diferencia.
A veces creemos que para sorprender o expresar gratitud se necesitan grandes cosas. Sin embargo, la vida nos demuestra que los gestos más sencillos son los que más perduran en la memoria y en el corazón.
Un detalle puede ser un obsequio, una palabra, una nota escrita a mano o un momento compartido. Lo importante no es el tamaño ni el precio, sino la intención con la que se da.
Entonces:
Por qué los detalles importan?

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