En algunas familias, los recuerdos no están guardados en álbumes, sino impresos en objetos cotidianos. Esta es la historia de una tabla de moler que ha pasado de mano en mano, entre bisabuela, abuela, madre e hija, llevando consigo algo más que sabores: lleva historias, enseñanzas y amor.
En el Día de la Madre, quiero invitarte a conocer cómo un simple utensilio de cocina se convierte en testigo de una herencia femenina que trasciende el tiempo. Una historia que honra a esas mujeres que, desde su cocina, sembraron raíces profundas en el corazón de su familia.

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